Con líneas y chevrones de color blanco y rojo combinadas entre ellas, volvieron a este diseño en un ejemplo del buen uso de color y originalidad para crear estilo. Sus colores naranja, blanco y negro, crean el balance perfecto y hacen que el patrón geométrico funcione notable y satisfactoriamente. Un proceso que empieza por Navidad, con filtraciones sobre los nuevos diseños, y que se intensifica al final de la temporada, con la presentación oficial, los mensajes de socios incordiados en las redes sociales por la carencia de respecto de las directivas por los símbolos de los clubes y, finalmente, un nuevo récord de ventas gracias a centenares de miles de forofos dispuestos a gastarse cada año 90 euros en el nuevo look de su club.