Si el año pasado la polémica era el gris claro de la segunda equipación, este año lo que disgusta al hincha colchonero es que la primera camiseta no es rojiblanca del todo: en la espalda, es solo roja. Incontables refranes de la tradición española se refieren a la máxima que recuerdan todos los expertos: si encontramos un producto de marca a un precio muy barato, debemos sospechar que quizá no sea verdadero.