El aprecio de la afición por el fallecido dirigente, bajo cuya presidencia el Sevilla había conquistado tres copas de España, hizo que se decidiese que el nuevo estadio que se construyese llevaría su nombre. Mientras que en la Liga el Sevilla estuvo a punto de descender, salvándose en la última jornada, en la Copa de Europa alcanzó los cuartos de final, siendo derrotado por el Real Madrid, que se proclamaría de nuevo campeón.