Además, se toleraba la producción de cultivos ilegales en México de marihuana y de amapola, cultivadas principalmente en los estados de Sinaloa, Durango, Chihuahua, Guerrero, Chiapas y Veracruz, a cambio de sobornos, que variaban según el cargo de la autoridad a sobornar. Rápidamente se dieron cuenta de que las condiciones climáticas de Sinaloa permitían el buen cultivo de esta planta, y se desvió su uso; así fue como iniciaron las primeras rutas de narcotráfico hacia los Estados Unidos por el territorio mexicano, donde espías nazis alemanes descubrieron dichos caminos de tráfico de drogas de los orientales en el norte de México.