Y para recuperarla una de las cosas que aprendí fue a mirar a los ojos al tipo que venía con la pelota dominada. Tiene que ayudar a la defensa y al ataque, como hace Redondo; aunque lo más importante es la tarea defensiva, porque es una especie de estratega de la mitad de campo. A fines de los ’90 tuvieron que encontrar otros complementos: mayor agresividad, más presencia, para ser la primera estocada del pressing, y más compromiso colectivo.